25 de abril de 2007

Trabajos extremos

Yo viendo como el tipo que arreglaba el toldo del patio de
mi casa ni se inmutaba con los millones de chispas que
chocaban contra su ropa todo el tiempo:

- Perdón... ¿No se quema con las chispas que saca la amoladora?

- ¡Pero claro! ¡Si la semana pasada ya me prendí fuego!

* Diez minutos más tarde perdió un mechón de pelo. Pero ojo,
con la soldadora, no es lo mismo.