-... No, si yo tengo una devoción muy grande por el
señor, por los santos y por la virgen...
- Mirá vos...
- ¡Si! Una devoción enorme tengo... enorme...
- Aha...
- Mirá hasta que punto llega mi devoción que todas
las noches cerca de las tres de la mañana me despierta
la virgen y tengo que escribir lo que ella me va diciendo.